Persiguiendo el sueño. Luchar y no desistir.

Mariana Carballido es una dentista de treinta y dos años de edad. A ella desde los dieciséis años le llamó la atención esta profesión ya que veía el trabajo de su hermana mayor que también es odontóloga.

“Se me hacía una carrera muy noble en la cual podría administrar mis tiempos laborales, además que siempre me había interesado todo lo relacionado con la salud, de igual manera tengo una hermana que estudió odontología. Iba con ella a su consultorio y pues ya tenía noción de algunos tratamientos que se me hacían súper interesantes”.

Como en todas las carreras; hay cierto grado de dificultad. Para ella los primeros semestres de su carrera comenta que fueron muy complicados porque al principio era mucha teoría y tronco común con medicina. Fue hasta el tercer año de la carrera que estuvo en contacto con pacientes y empezó a disfrutarlo mucho. De esta forma supo que no se había equivocado al elegir su carrera.

Mariana Carballido, egresada de la Universidad Autónoma del Estado de México, comentó que la única forma de seguir su sueño de ser odontóloga era entrando a la UAEM ya que antes no había tantas opciones y era muy costoso realizar esta carrera en una universidad privada sumando la cantidad de material que se requiere. Ella se preparó meses antes para presentar el examen. Para Mariana; uno de los momentos más felices de su vida fue entrar a esa Universidad.

Lo que más le gusta de su trabajo es la satisfacción que le da al concluir los tratamientos. “Lo agradecido que quedan los pacientes al quitarles dolor o devolverles la seguridad es todo para mi. Saber que pude ayudar a la salud de una persona es inigualable”.

Pero esta carrera también tiene contras. Uno de sus mayores miedos es tratar con pacientes con enfermedades sistémicas que no están controladas y no atienden esta parte. “Más que miedo es molestia. No siguen indicaciones post tratamiento y estos llegan a tener serias complicaciones”.

Por otro lado ella no se negaría a atender a un paciente. “Más bien, primero los orientaría a medida que se vea beneficiado y una vez dicho eso; seguir con el tratamiento adecuado para cada paciente”.

Finalmente compartió una de sus peores anécdotas con uno de sus pacientes.

“El paciente llegó para que le realizara una extracción de un tercer molar la cual se veía muy sencilla entonces le tomé una radiografía y cómo las radiografías se ven en un plano; no se veía la raíz de atrás que estaba muy curva y tenía caries entonces al tratar de realizarla se fracturó la corona de el molar y no podía retirar las raíces, tuve que mandar medicamento y al día siguiente con ayuda de un cirujano maxilofacial pudimos realizarla”.

Definitivamente una de las carreras que más se necesitan hoy en día es la odontología. Prevenir la salud es prioridad para la población en general.