El trabajo ideal
- Mariela Salgado
- 19 abr 2022
- 2 Min. de lectura
Fernanda de 23 años es sobrecargo de la aerolínea “VivaAerobus”. Ella decidió ejercer esta profesión porque le gusta conocer algo nuevo cada día y en esa profesión podía hacerlo. “Todos los días conoces nuevas personas, haces amigos, conoces otras culturas, costumbres. En sí es una gran diversidad cultural y además de que lo disfrutas estás recibiendo un salario”.

Ella compartió la experiencia de su primer vuelo oficial como sobrecargo. “Estaba demasiado nerviosa porque ya es muy diferente, cuando tenía que hablar; los nervios hacían que mi voz temblara, incluso tenía miedo de dirigirme a las personas y a la vez estaba pensando en algún accidente, una emergencia, etc pero como fueron pasando las horas me fui familiarizando y se me fue quitando el miedo. Ahí me di cuenta que amo mi trabajo y sin pensarlo más… que eso era para mi”.
Por otra parte, para Fernanda es muy complicado tratar con pasajeros “difíciles” ya que hoy en día las personas son demasiado groseras. “Los pasajeros piensan que con ofenderte tú, los vas a dejar hacer lo que ellos quieran y no es así, ya que somos una autoridad federal. Tienen que acatar nuestras instrucciones”.
Ella habló un poco de su experiencia en aviones y aeropuertos. Los sobrecargos generalmente tienen una hora “libre” cuando llegan a algún destino y dentro de esa hora tienen que preparar todo de nuevo. “Así como bajan; suben personas”. Solo tienen cinco minutos para limpiar el avión entre cada cambio de pasajeros.
En cuanto a las escalas también comentó que como tal no hay un tiempo estimado en ellas, pues esto depende del lugar de origen y destino.
Al ser vuelos largos lo que Fernanda y sus compañeros hacen es ponerse a platicar entre ellos. “También vamos a visitar a nuestros capitanes para distraernos, leer un libro y sobre todo estar monitoreando la cabina de pasajeros y asegurarnos que todos estén bien”.
Para la sobrecargo, lo peor que puede pasar es una demora porque ya no se puede llegar temprano/puntual al destino y si ella tenía día libre; este se arruina. Aparte de eso, genera problemas con los pasajeros. “Se enojan. Lo que no saben es que nosotros esperamos el mismo tiempo que ellos”.
A pesar de los problemas que algunos pasajeros le puedan generar, ella sigue disfrutando al máximo cada vuelo. Tanto, que le gustaría volar a Europa, pero su aerolínea aún no cuenta con esos destinos. “Espero y en un futuro muy próximo podamos estar allá”.
Si bien es cierto, México cuenta con una gran diversidad de playas. Para la sobrecargo, Cancún es su destino favorito. “Cancún es al lugar que más voy, casi todos los días estoy ahí”.
Sin duda, Fernanda pone el corazón en cada vuelo. “Todo lo que hago, es por los pasajeros… para llevarlos a su destino con bien”.
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